miércoles, 28 de octubre de 2009

El capitalismo agoniza, y en su agonía todo lo descompone

Mientras hay millones de desempleados que las estadísticas ocultan, y los sueldos cada vez alcanzan menos, el gobierno hace propaganda de que ha creado unos cuantos miles de puestos de trabajos, todos precarizados, momentáneos, y con salarios muy bajos. Y nos muestran que la gente está contenta porque ahora tiene trabajo, que solo le dan si lo punteros del PJ los anotan en sus listas. ¿Pero es que alguno puede mostrarse descontento cuando si lo hace el puntero peronista lo saca de la lista? Hambre, miseria creciente, desocupación, clientelismo, bajos salarios y represión a los que luchan, esa es la realidad de este sistema de los patrones y sus políticos.

Como siempre, todas las variantes de los radicales y todas las variantes de los peronistas se desviven para mostrarnos que si se los votan a ellos las cosas van a estar mejor. Mentiras, pero qué otra cosas pueden decir ellos, si de eso y para eso viven. En el mejor de los casos nos dirán que nada puede hacer porque la crisis es mundial, eso es cierto: el capitalismo no funciona en ningún lado. Pero, así y todo, insistirán en que es lo mejor, lo único posible.

Mientras tantos los burócratas sindicales, de la CGT y la CTA , cuentan los millones que a la fuerza nos descuentan de los salarios –del 50 por ciento de los trabajadores que están en blanco–, el mismo 2,5 por ciento de la masa salarial que las patronales y el Estado aportan a sus cuentas bancarias. Son miles de millones de pesos mensuales. Por eso no es de extrañar que no hagan campaña de afiliación a los sindicatos, que no hagan apertura en empresas sin representación sindical para que tengan comisiones internas; y que nada hagan contra, el hambre, los despidos, contra los bajos salarios, etc. Los dirigentes sindicales están vendidos, están a sueldo (a muy grandes sueldos) de las patronales y el Estado.
Por esto mismo, los burócratas sindicales actúan como verdaderos policías de las patronales en las estructuras de la clase trabajadora (fábrica, hospitales, comercios, establecimientos, etc. etc.) buchoneando a los trabajadores que quieren luchar –y hasta por solo reclama lo que les corresponde–, para hacerlos echar. Y cuando hay luchas contra los despidos de las patronales –que para despedir siempre dicen estar en crisis–, estos traidores sindicales están con la patronal. Pero si no pueden controlar tal o cual lucha tienen como última instancia al Ministerio de Trabajo que se encarga de hacerles cumplir las leyes a los trabajadores, pero dejando a las patronales hacer lo que quieran.

Todo el sistema capitalista está diseñado para oprimir a la clase obrera. La burguesía ha perfeccionado sus métodos de dominación para lograr explotar más y más, y así acrecentar sus ganancias. Ha comprado a los dirigentes sindicales, y sus políticos hoy crean organizaciones “piqueteras” (organizaciones sociales las llaman) cooptadas por el Estado para lograr canalizar, vía el clientelismo, el descontando de los desocupados y los hambrientos. Con los 180 pesos de asignación supuestamente universal por hijo pasará lo mismo que con el Plan Trabajar, que pasaron ya diez años y siguen en 150 pesos. La miseria y la represión continúan, y continuará creciendo mientras no conquiste el poder la clase obrera.

Pero la clase obrera no puede conquistar el poder si no construye previamente su partido revolucionario. Un partido que no esté comprometido con el sistema, que no tenga problema en decir lo que es. Un partido que no sea electoralista, como los actuales partidos de la izquierda, que sí se presenta a elecciones lo haga para desnudar todo el mecanismo de dominación y las mentiras de la democracia –de los millones de dólares– de los patrones y sus políticos; y no para querer sacar votos a costa de no decir las cosas como son. Y que el dinero que reciben del Estado, por los votos obtenidos, sea devuelto a los fondos de huelga de las luchas de la clase trabajadora.
Un partido que no tenga problema en decir que lo que se necesita es una revolución para terminar definitivamente con la desocupación reduciendo la jornada laboral, y la explotación expropiando todas las fábricas y devolviéndoselas a sus verdaderos dueños, de donde salió el sudor para que ellas existan: los trabajadores. Que sólo socializando los medios de producción (tierras, industrias, maquinarías, tecnología, etc.) se va a terminar definitivamente con el hambre, la miseria (e inseguridad), los bajos salarios, y habrá viviendas decentes para todos. Que esa revolución proletaria no puede quedarse circunscripta a un sólo país, que debe ser mundial, para terminar definitivamente con los explotadores. Que la democracia de los Consejos Obreros será mil veces más democrática que la democracia burguesa y su farsa de Parlamento.
Un partido revolucionario, de la clase trabajadora, que proyecte un futuro para todos y no para unos pocos ricos, burgueses, oligarcas o capitalistas, y otros muchos parásitos burócratas políticos y sindicales, que igualmente viven de la explotación y el hambre de los trabajadores. Un partido que luche por el Socialismo y la democracia obrera.

Construyamos la Liga Comunista de los Trabajadores

lunes, 19 de octubre de 2009

Informe sobre la reunión del Bauen: conclusiones políticas

El sábado 17 de octubre, con la presencia de muchos grupos de izquierda, se realizó el encuentro propiciado por el Sindicato Ceramista de Neuquén en el Hotel Bauen para impulsar una Tendencia Clasista (TC en adelante) y un Partido de los Trabajadores (PT en adelante). Se destacó la presencia del PTS y secundariamente IS, CI, PRS, FOS, DO, el MST estuvo como oyente pero sin participar oralmente y grupos menores. El auditorio estaba lleno, pero menos repleto como cuando fue la última reunión por la ex-Terrabusi; con muy pocos compañeros delegados por fuera de los de los partidos. No estuvieron presentes el PC, PCR, PO, COR, y el MAS que plantea algo muy parecido sorprendentemente no estuvo, o no tan sorprendentemente, porque de estar deberían decir sí a todo. Su ausencia debería significar la muerte de su consigna de Movimiento Político de las Trabajadores, es que ya no puede decir que están por ello cuando se hace una reunión planteando casi lo mismo y no participan.

La reunión comenzó con la intervención del compañero López (el ex-Sec. Gral del Sindicato Ceramista, ex porque dejó de serlo hace pocos días para volver a su puesto de trabajo, tal como muy correctamente lo indican sus Estatutos). Planteó que ésta era una primera reunión, que sólo se convocó a pocos, a los que más afinidad programática tienen, para, posteriormente hacer un llamado mayor a otro encuentro. Después de hacer un raconto de lo que significó la lucha de Zanon, la recuperación del sindicato y el tipo de sindicato que están construyendo, pasó a contar el proyecto que el sindicato y Zanon impulsan. Y en síntesis, planteó la necesidad imperiosa de construir una Tendencia –sindical y política– Clasista para darle forma orgánica a la coordinación y un Partido de los Trabajadores porque, dijo, los trabajadores debemos elevar al plano político nuestra lucha. En realidad el plano político para el compañero, es sinónimo de táctica electoral, o sea presentarse a elecciones, pero así no lo dijo.

Posteriormente se recibió con un cerrado aplauso a una delegación de ex-Terrabusi, los delegados (del PTS) del turno noche contaron el proceso que llevó a ser el turno más combativo de la fábrica. De allí se planteó la necesidad de la TC para repetirlo en todos lados. También se hizo alusión a la firma de la CCC con el Ministerio de Trabajo, la que se consideró una traición (pero no se usó esa palabra) porque se había resuelto otra cosa, y la CCC firmó un acuerdo con 53 despedidos en la calle, acuerdo con los delgados adentro, pero donde ni pueden hacer huelga ni se pueden cortar las calles por 60 días. Y muchas más críticas justas a la CCC, relacionando esta traición con la izquierda sojera, con la cual lógicamente no quieren construir una TC y un PT.

Pero el MST, CI e IS estaban presentes y el PTS viene de hacer un acuerdo electoral con IS, por esto la crítica del PTS no es incorrecta por sectaria, no, sino por hipócrita o al menos por muy incoherente. Si le dice a su base y periferia que la izquierda sojera es el eje del mal, ¿por qué hacen acuerdos electorales con ella?

La primera intervención del compañero Godoy (del PTS y Zanon) fundamentó la necesidad de la TC y entre otras cosas dijo que era necesaria una TC que no depositara confianza en el Ministerio de Trabajo, olvidándose que en Jabón Federal, Casino y Mafissa, no fue esa precisamente la orientación del PTS.

Pasaron a hablar los diferentes partidos, en su mayoría a través de sus referentes sindicales. Salvo los compañeros ceramistas y los que respondían al PTS nadie más estuvo por una TC y un PT. Fue IS –izquierda sojera al decir del PTS– la que más sistemáticamente fue al cruce de la TC y del PT. Por un lado planteó que se necesitaba más coordinación y llamar a todo el mundo, incluida la CCC, retomando las coordinadoras de los ’70s y recordando que, desde el PST, éstos fueron los únicos que la habían levantado pero que no fueron todo lo consecuentes que deberían haber sido, porque esa era la única forma de frenar el golpe de estado. Que la recomposición no necesariamente iba a pasar por un PT, que eso solo ocurrió en Brasil, pero que acá es muy diferente, que acá hay que fortalecer el Frente de Izquierda (que ya tienen con el ausente MAS y el PTS que los rechaza y los ataca despectivamente) Otro compañero de IS planteó que no se podía exigirle a los partidos disolverse en una TC.

DO, por intermedio de Walter, muy medido y fraternalmente (se encontraba en territorio del PTS) planteó la orientación de formar un Frente de Lucha Nacional. No centró en la cuestión de la TC o del PT, es la primera vez que la línea del PTS parece que no les importa. Trajo una carta de la interna de Patty a los trabajadores de la ex-Terrabusi con su posición de Frente o Coordinación de Lucha, y con ella insistió en hacer lo que decía la Interna de Patty, o sea lo mismo que plantea IS, CI, FOS. Pero esa es una carta a la base de la ex-Terrabusi, donde se hace abstracción de la dirección del conflicto, por eso ni se nombra a la CCC.

Beica de CI, planteó la necesidad de una tendencia puramente sindical, y rechazó todo lo demás porque dice que puede llevar al reformismo, como si el planteamiento de tendencia sólo sindical fuese revolucionario. Insistió en la necesidad de la coordinación, y no rechazó de plano a la CCC para esto, al contrario. Otro compañero de CI, dirigente de un gremio docente del sur, también insistió en la necesidad de la coordinación.

El PRS, a través de Lerer delegado Gral del Hospital Garrahan, planteó una caracterización y posición parecida a la nuestra pero más tímida en dos sentidos: están por Encuentros regionales de delegados con un programa mínimo y defensivo. Pero no planteó que el Garrahan vaya a llamar, o a trabajar, por un gran encuentro o congreso nacional de delegados. Se mostró partidario de llamar también a la CCC. Rechazó tanto la TC como el PT.

El FOS, a través de Roberto López, del SUTEBA Matanza, también rechazó la TC y PT (raro porque a fines de los ’90 el FOS llamaba hasta a la CTA a formar un PT) planteando sólo la coordinación, donde también se llame a la CCC.

Opción Socialista (ruptura de Convergencia Socialista, dirigida por Lagar) criticó el sectarismo del planteo de la TC y planteó la necesidad de profundizar la coordinación, pero nada dijo del PT.

La discusión se complejizó porque los compañeros del PTS (y los ceramistas también) empezaron a darse cuenta que no había quórum para su TC y PT, y a partir de allí polarizaron la discusión en CCC sí o CCC no. Pero nadie planteaba CCC sí para una TC, porque en realidad ningún otro grupo planteaba la necesidad de una TC y un PT. La inmensa mayoría, por no decir todos los grupos y partidos, salvo el PTS, rechazaron la TC, y planteaban la coordinación o encuentros para coordinar. Pero, después de tanta crítica a la CCC para polarizar la discusión, los mismos compañeros del PTS tuvieron que decir que ellos no son sectarios con la CCC, incluso que han hecho frentes en muchas elecciones sindicales, pero ellos no estaban hablando de elecciones sindicales, estaban hablando en contra de la CCC en la TC., eso es cierto, ellos eran los únicos que hablaban por una TC y por un PT. Tan cierto como que ellos mismos se confundían y empezaban a perder el hilo del razonamiento porque les costaba aceptar la situación.

A continuación las intervenciones de los compañeros del PTS, se diga lo que se les diga, pasó a ser casi TC o muerte!, muy pocos hablaban ya de la necesidad del PT, y los pocos que lo hacían (un compañero delegado de Córdoba, por ejemplo), lo hacía reconociendo que era para tener una opción electoral. Pero en Córdoba existe IS, que viene yendo con el PTS a elecciones, y se presenta con candidatos, incluso tiene una diputada ¿Será que el PTS cordobés no quiere votar más a la izquierda sojera? Era hora, pero solo tienen que dejar de hacer frente con la izquierda sojera y presentar lista propia, no es necesario para eso llamar a construir un PT sin trabajadores.

La segunda intervención del compañero Godoy fue algo agresiva hacia los demás, por no aceptar la TC, una mezcla de frustración y resentimiento, pero también de resignación. El compañero López llegó a reprochar que acá no se luchaba (cuando el mismo López ni bien abrió la reunión se autocríticó de que estuvieron alejados un tiempo hasta la huelga de Fate), sin embargo dijo que estarán a disposición de futuros encuentros que se realizaran, y el PTS, por intermedio de Godoy, dio a entender que solo luchaban ellos. (Nada de eso es de extrañar, cuando, frente al Ministerio de Trabajo, le pregunté a un dirigente del PTS como venía la lucha de la ex-Terrabusi, me respondió que dependía de lo que haga la izquierda, entonces le pregunté, y qué es lo que debería hacer la izquierda… puesto que ya se estaban haciendo cortes, fondos de huelgas, etc. etc… no supo qué decirme.) Eso es lo que siempre le dice el PTS a los activistas que el problema son los demás, incluso cuando los conflictos están dirigidos por ellos. En este encuentro nuevamente el PTS le echaba la culpa a los demás de que su orientación política no sea apoyada, en vez de ponerse a pensar por qué nadie ve la necesidad de la TC y el PT. Enojo más que sorprendente porque plantear la orientación de un PT, que debería ser de masas, y que ni la misma ultra vanguardia lo vea, debería darle mucho para pensar… O, reconocer que ellos no quieren un PT sino un PTS ampliado.

El tiempo estipulado se consumió muy rápido y quedaron cerca de veinte oradores sin poder intervenir. No hubo planteamiento de nueva reunión ni se votaron las pocas mociones que hubo. Todo terminó con la sensación de esos partidos empatados pero donde un equipo pide desesperadamente ¡¡la hora referí!! Se trató de una derrota política del PTS, pero también la lectura puede ser que el PTS hizo su negocio, puesto que se ligó más aún a este sector independiente del sindicato ceramista para construir su TC, y que de la suma del PTS y del activismo de este sindicato logren arrastrar algo más, capitalizado exclusivamente por el PTS. Teniendo la oportunidad de seguir diciendo (por debajo porque nunca lo escriben en su prensa) que ellos son los unitarios y los únicos que quieren luchar.

¿Para qué una TC?

De hecho existen muchas tendencias clasistas, toda fracción sindical de los partidos de la clase y anti-burocráticos, más grande o más pequeña, es una tendencia clasista en el movimiento obrero. Querer construir una sola TC es pedirle a los partidos que disuelvan su trabajo sindical, y que queden a la merced del partido más grande, ese sería el único que puede imponer sus posiciones. Se puede argumentar que no es necesario disolverse, como planteó el compañero López, pero entonces que quede todo como está y que se realicen congresos de delegados –unitario y nacional– sobre la base de un programa común elemental. Y que dicho congreso se realice periódicamente (mensual o trimestral) y vote una mesa de dirección donde estén representadas las estructuras más importantes (y seccionales sindicales). Para esto, para darle forma orgánica al frente único obrero, no se necesita ninguna TC.

¿PT, en el marco de una brutal ofensiva burguesa?

La insistencia del PTS para la TC y el PT, siendo desacertada –porque no hay nada en la realidad que indique que la tendencia en la clase es hacia un PT–, es mucho más lógica que la insistencia de los compañeros ceramistas, porque el PTS ya es un partido –electoralista–, pero cuando los compañeros ceramistas hablan de construir un PT para elevar la lucha sindical al plano de la lucha política, no se dan cuenta que una cosa es la táctica electoral, cada x cantidad de tiempo, y otra cosa es elevar la lucha al plano político y eso se debe hacer todos los días. Y para eso hay que elaborar política y sacar un periódico regularmente, pero un PT no tiene un periódico propio para eso, sino que lo tienen las diferentes fracciones políticas internas. Ahora, que los independientes se consideren revolucionarios o sea reformistas ya no viene al caso, lo cierto es que si desean elevar la lucha al plano político, más allá de qué política, siempre hay que construir partido, o fracción política interna al interior de ese hipotético PT. Porque por fuera de toda la mistificación de la sigla PT, lo cierto es que un PT es un frente amplio de izquierda, reformista y revolucionaria, con gran inserción en el movimiento obrero, y eso no soluciona la necesidad de elevar al plano político la lucha sindical. Y menos aún para tener una política revolucionaria.

A menos, que los compañeros ceramistas ya tengan claro formar un periódico como Nuestra Lucha que llevará la orientación política del PTS, pero si esa no es la idea es incorrecto suponer que un PT eleva la lucha económica-práctica al terreno político. Un PT genuino lo único que puede hacer es sacar votos para pelear en el parlamento, y un PT en este marco –un frente de izquierda, sin grandes masas de trabajadores– es lo mismo, en tanto que plantea un programa reformista, pero más irreal en cuanto a sus posibilidades de llegar al parlamento, y mucho más irreal en cuanto a que el parlamento le vaya a servir a la clase para conseguir o defender las conquistas obreras. Con el agravante, que un PT, que no puede ser más que reformista, cada dos años le dice a las masas que la solución está en las urnas, y no puede desplegar una campaña electoral revolucionaria, ello sería un contrasentido a su propio objetivo de sacar muchos votos de clase, postura política más perjudicial aún con la crisis existente, por depositar expectativas en las urnas y el parlamento. Pero si los compañeros ceramistas no se dan cuenta es porque el PTS, no se los dice, porque los busca educar en su propio electoralismo.

No hay falsas alternativas, hay que construir el partido revolucionario. Y si hubiera un ascenso obrero, que desborde las organizaciones tradicionales, en el marco de un crecimiento económico, y la clase empieza a ver cada vez más la necesidad de construir su organización política y sindical propia, que le permita luchar, conquistar y defender vía el parlamento sus conquistas; entonces sí estaría planteada la táctica del PT, pero es para dar un salto cualitativo en la construcción del partido revolucionario, para el desarrollo de la conciencia de clase, y no porque nosotros pensemos que la influencia electoral o el parlamento, en esta época, vayan a servir para defender las conquistas obreras.

Que los compañeros del sindicato ceramista de Neuquén, estén con la orientación del PTS es un contratiempo, pero eso no indica que no puedan estar por un llamamiento amplio a un Congreso de delegados unitario de todo el movimiento obrero, que se transforme en un polo o un frente de lucha permanente del movimiento obrero -ocupado y desocupado-, y en esos congresos, como todos, poder batallar por sus posiciones.

Marcelo Ríos, por la LCT

miércoles, 14 de octubre de 2009

Ninguna confianza en Moyano, Daer o Yasky

El reacomodo de la CGT y la CTA, que ahora dice apoyar la lucha de Terrabusi, ha confundido a su Comisión Interna. Porque una cosa es ir a la reunión de la CGT, y hablar con Moyano y Daer, ahora que se dignaron a hablar, y otra cosa es salir a lavarle la cara a estos burócratas como hizo Bogado (de la CCC) y el delegado del MST con Yasky de la CTA. Cuando no sólo no llamaron a ninguna huelga o movilización, sino que ni aportaron ni aportan nada a los cortes de ruta. El gobierno y la patronal –y estos burócratas que son sus laderos–, sólo buscan darle largas al asunto hasta que un sector de trabajadores se desmoralice, y así, aunque todos los delgados vuelvan a entrar a trabajar, entran pero con despidos y una base derrotada o semi-derrotada.

El gobierno, desde el Ministerio de Trabajo, estuvo desde el primer día con la patronal, y si ahora se ve obligado a despegarse por consideraciones políticas de imagen, esto no significa que le hayan soltado la mano. Menos aún cuando se vio obligado a ir a los EE.UU. a pedirle la escupidera para volver a ingresar al FMI.

Construir el partido revolucionario

Hay muchas comisiones internas que estan dirigidas por fuerzas de izquierda, y la gran mayoría se dicen anti-burocráticas, pero los partidos a los que responden priorizan su construcción molecular-electoral (PO-MST), otros como el PTS se quieren recostar sobre la burocracia sindical “progresista” del CTA aconsejándola, y al igual que el MAS –y otros pequeños grupos– la salida la ven en la construcción de un Partido de los Trabajadores o en un Movimiento Político de los Trabajadores, lo que es lo mismo porque dicho partido o movimiento está orientado para una salida política electoral, pero… de clase, nos dicen. Y mientras esto no se de –y no se dará porque para eso debe surgir una fuerte vanguardia obrera que luche por reformas y que vea en la representación parlamentaria una forma de fortalecer y mejorar las conquistas de la clase, algo totalmente irreal en este marco político– los partidos o fuerzas políticas de izquierda priorizan su construcción molecular defendiendo a capa y espada sus espacios ganados. Esto es lógico y necesario porque la lucha contra la patronal y la burocracia así lo requiere, pero deja de serlo cuando los intereses de esos partidos se contraponen a las necesidades de unidad de la clase trabajadora.

Sin embargo la construcción molecular –o a grandes sal-tos– siempre existirá; la diferencia en este punto con estos partidos, está en sus visiones e interpretaciones unilaterales y funcionales a las necesidades políticas de su construcción, que pierden de vista el eje ordenador de la política de frente único obrero; para en ese marco, y fortaleciendo el frente único obrero, dar las batallas políticas necesarias y ganar para la construcción partidaria.

Es por esto –porque niegan la política de frente único obrero– que a pesar de los golpes recibidos en las luchas quieren hacerlos pasar por triunfos de sus políticas–, y no luchan por poner en pié un Congreso nacional de delegados de bases. Algunos sólo proponen encuentros regionales donde ellos tienen fuerzas, o donde creen que puede ganar algo…, y a veces la lucha los obliga a hacen Encuentros, de organizaciones, como el que se realizó el último 26 de septiembre en el Hotel Bauen, pero de conjunto sus políticas se orientan a mantener atomizadas las luchas de la clase trabajadora.

Hay que construir el partido obrero revolucionario. Sin partido revolucionario no hay manera de fecundar una vanguardia obrera que pueda enfrentarse con éxito a las patronales y la burocracia, ni hay posibilidad de independencia política de clase, frente a los partidos patronales. Tal como dijera Trotsky –que aprendió de Lenin–, así como la ley del valor está en el corazón de la crítica de la economía política realizada por Marx, el partido está en el corazón de la política revolucionaria, sin él no hay posibilidad de ninguna transformación revolucionaria de la sociedad. Pero el partido no es solamente el aparato y sus militantes –y mucho menos su autobombo–, el partido es principalmente su estrategia, su programa y su orientación política.

La Liga Comunista de los Trabajadores (Núcleo para la construcción de un Partido Obrero Revolucionario), llama a construir un partido revolucionario que impulse una política de frente único obrero, para unificar las luchas y poner en pié un Congreso Obrero de delegados del movimiento obrero. Partido revolucionario y orientación política revolucionaria están directa e indisolublemente ligada.

¡¡¡Construyamos la LCT!!!

Basta de oportunismos electoraleros

Luchemos por un Congreso Unitario y Nacional de Delegados del Movimiento Obrero

Si los partidos de la clase trabajadora no le tienen miedo a la democracia de los trabajadores, y realmente estuvieran por el frente único obrero, no dudarían un minuto en impulsar con fuerza el llamamiento a un Congreso de delgados obreros. Si el PCR, PO, MST, PTS, MAS, IS, CI, PRS, FOS, etc. etc., o al menos una parte de estos -junto a las Comisiones Internas que dirigen o influencian-, se dejarían de estar pensando en los votos, o en cómo rasguñar uno o dos activistas más en tal o cual lucha: el Congreso Obrero de Delegados de bases sería una realidad. Con sólo un sector que lo impulse, y tome dinámica, los demás no van a querer quedase afuera. Al mismo tiempo se trasformaría en un polo de atracción para muchos delegados obreros de la industria –que hoy están con la burocracia pero que cada día más desconfía de ésta–, y de los activistas que surgen y se postulan como delegados y dirigentes.

Algunas organizaciones llaman a Encuentros o Plenarios que no son nada más que meros acuerdos de partidos los que duran tanto como un dulce a un niño. Y otros también le agregan esto con mandatos de bases, lo que es muy difícil en las estructuras privadas, que en la mayoría ni asambleas se pueden hacer, y cuando se hacen el mandato representa a muy pocos compañeros. Ambas posiciones complican todo, y dan argumentos a los que se niega a poner en pie un Congreso nacional y unitario de delgados del Movimiento Obrero.

Pero, tal como lo estamos planteando, nadie podrá argumentar que tal o cual partido va a aparatear el Congreso (con sus muchos miembros ajenos al movimiento obrero), porque sólo podrán deliberar los compañeros que ya son delegados y los compañeros acreditados de corrientes de desocupados, de organizaciones de estudiantes y partidos de la clase, estos últimos con criterios proporcionales previamente acordados.

No hay excusas, si existiría la voluntad política de los partidos políticos que se dicen de la clase trabajadora, el Congreso de Delegados del Movimiento Obrero sería un hecho.

Si los delegados que conforma el Sindicato de Subte, los delegados y la directiva del SUTNA-seccional San Fernando, los de-legados de Terrabusi, de Zanón y el sindicato ceramista de Neuquén o la Interna del Garrahan. O sea, cualquiera de las Comisiones Internas que tienen prestigio por luchadoras, aunque comience siendo una o dos las que impulsen el Congreso, se estaría poniendo la piedra fundamental del comienzo del proceso de reorganización del movimiento obrero y de los triunfos de las luchas.

¡¡¡Viva el Congreso Unitario de delegados de bases del Movimiento Obrero!!!

¡¡¡Viva la Unidad de la Clase Trabajadora-Ocupada y Desocupada!!!

¡¡¡Viva la Unidad Obrera-Estudiantil!!!

domingo, 4 de octubre de 2009

Haití: Entre la lucha obrera y el intervencionismo militar

Haití: Entre la lucha obrera y el intervencionismo militar

Desde el mes de Junio, el presidente René Préval, con el Partido Esperanza y sus aliados políticos, reafirman el recorte del salario mínimo votado en el Congreso Nacional. De los 200 gourdes iniciales (moneda local) que había fijado el régimen, se redujo drásticamente a 150, con denuncias de corrupción de todo tipo, hasta compro de votos.

Este acto de extrema canallada de la burguesía local, no hace más que contrastar la miseria de aquel país, donde el 70 % de la población vive bajo la línea de pobreza, como a su vez de poseer la renta per cápita mas baja de toda América, es decir, situándose como el más pobre del hemisferio.

Bajo este clima de pobreza extrema, también se fermenta la represión de las fuerzas policiales y militares, con ayuda decidida de la ONU, apostando desde el 2006, una fuerza militar internacional con un largo historial de masacres y faltas a los derechos humanos a partir de la caída del régimen de Aristide. Un ejemplo de ello lo podemos ver en el mismo mes de Junio, con la intervención militar de la ONU y las fuerzas locales de represión a la Universidad Nacional, asesinando en ese acto a por lo menos dos estudiantes, simplemente por su condición de solidarios hacia con los trabajadores en lucha. Desde aquel momento se forja una sólida unidad obrera-estudiantil que día a día crece y da nuevos signos de vitalidad.

A pesar del gran boicot de los medios masivos de comunicación local como internacional, a pesar de la sangrienta represión, como a pesar del gran silencio de los gobiernos “progresistas” de la región, en el mes de Agosto, los obreros textiles pararon la producción y se alzaron en una heroica huelga general de dos semanas, acompañado de miles de estudiantes y organizaciones sociales desafiando en sus movilizaciones masivas, a las patronales y los burócratas sindicales, guardianes de primera hora, de los intereses capitalistas.

Mientras en la actualidad, el ajuste sigue su curso, también sigue su curso la intervención y las masacres, ensalzada en el descontento popular. La lucha hoy no solo pasa por las mejoras salariales y de trabajo, sino y también, por la liberación de cientos de compañeros presos, que hoy están bajo las cárceles de la burguesía.

¡Abajo la represión y el ajuste del régimen de René Préval!

¡Libertad de todos los presos políticos obreros y populares!

¡Fuera la ONU imperialista, y su ejército invasor de tropas brasileras, argentinas y chilenas, que le cuidan la espalda al imperialismo Yanki!

¡Por piquetes de autodefensa y armamento popular para enfrentar la avanzada burguesa!

¡Viva la lucha de clases del proletariado haitiano!

Miguel Belor.